jueves, 26 de febrero de 2009

Alegria

Ahora que estan volviendo a hinchar en todos lados con "el conflicto con el campo", tuve una enorme alegría hace dos noches.
Venía caminando por la calle, llegué al edificio al que iba, toqué portero y mientras me bajaban a abrir me entretuve con la conversación de dos chicas que estaban por ahí.
Creo que fue la primera en mucho tiempo en la que hablaban dos personas "en contra" de "el campo". Fue genial.

lunes, 17 de noviembre de 2008

"Inseguridad"

Copio la Contratapa de hoy del diario Crítica, escrita por Pablo Alabarces

Lo que mata es la inseguridad
Hace una semana, una nota de Martín Caparrós en este mismo espacio proponía someter la cuestión de la seguridad a otras miradas más cuidadosas de la complejidad del debate. Sin caer en una retórica progresista vacía (que las hay), Martín alertaba sobre la relación indiscutible que existe entre delito y exclusión social, lo que no significa unir delito y pobreza: ésa es una tontería palmariamente contradicha por la cantidad de delitos que cometen las clases medias y altas, incluyendo –largamente– las dirigencias políticas. La apuesta de Martín, que comparto, es de largo, larguísimo plazo; y cada día que pasa nos aleja más de ese horizonte: “recuperar el tejido social, deshacer diferencias ofensivas, educar y reintegrar a los desintegrados”.

En un recodo de su nota, Martín recuerda la complicidad de muchos ciudadanos en las políticas que decidieron continuar a la dictadura en sus consecuencias socioeconómicas: podríamos decir que desde 1975 hasta hoy la perversa continuidad de esos designios permanece casi invariable, con matices. La Argentina se ha empeñado en destruir sus más entrañables pulsiones integracionistas y democráticas para transformarse en una sociedad radicalmente injusta y a la vez jactanciosa de esa desigualdad y esa desintegración. El problema no es la pobreza, claro que no: el problema es la riqueza, o mejor dicho su simultánea distribución desigualísima y su exhibición grosera. Y en el análisis se debe incluir la desintegración de las relaciones sociales, en las que insistía Caparrós: la ley del más fuerte, del sálvese quien pueda, sobre la que es imposible construir nada parecido a una sociedad democrática, es la ley fundamental de la nación. De todo esto, los mismos que reclaman son cómplices, por acción u omisión: entre festejar los crímenes de la dictadura o los efectos maravillosos de la convertibilidad hay una línea continua que tiene como uno de sus efectos los niveles enormes de violencia que hoy nos sacuden.

Y que sin embargo no son tan elevados. Esto no es Bogotá ni San Pablo, ni Río de Janeiro ni México. La sabia combinación de una primera plana, un comentarista televisivo indignado y un grupo de vecinos airados con buena presencia mediática instalan un clima de ley de la selva que la tranquilidad con la que podemos caminar por las calles desmiente cotidianamente. Y no soy necio: la cantidad de asaltos a los que mi hijo menor ha sido sometido lo pone cerca de un récord. En realidad, los que en estos días están asolando los correos de lectores y los comentarios posteados no tienen la menor idea de lo que podría esperarnos si nuestras clases populares invirtieran más tiempo en la violencia. Unos compañeros antropólogos me decían, luego de una temporada en Fuerte Apache, que lo que no se entiende es cómo todavía los muchachos no han salido a robar y matar masivamente. Insisto sobre esto: el nivel de injusticia, saqueo, expulsión, discriminación, racismo, hambre y carencia educativa a la que nosotros mismos –no fue obra de marcianos– hemos sometido a nuestras clases populares no tiene parangón, porque se trata de un retroceso terrible sobre los niveles tolerables de integración que tenía nuestra sociedad hace treinta y cuatro años. Se trata, nada menos, de la crudeza de una generación de chicos que no ha visto trabajar a sus padres, y que sabe, y nadie puede desmentirla, que está condenada a repetir ese ciclo.

A esta altura del partido debería quedar claro que todas las políticas represivas que se han reclamado estos días son en realidad las que ya rigen: que las reformas Blumberg fueron las políticas de Ruckauf, y que la pena de muerte que tantos ciudadanos histéricos reclaman la vienen ejecutando, sin televisión pero con espantosa eficacia, todas las policías del país. Todo eso ha fracasado concluyentemente. Sin embargo, el sábado pasado Marcos Aguinis retoma todos esos lugares comunes en La Nación, y dobla la apuesta: también deben ser reprimidos los que cortan calles y los que toman escuelas y facultades. El doctor Aguinis –así lo llaman respetuosamente sus lectores– invoca también el respeto a las jerarquías, recurriendo a la eterna cita de Cambalache, aterrado ante la idea de que le falten el respeto. Ante ello, sus respetuosos lectores ya no se limitan a reclamar la pena de muerte: ahora proponen, sin filtros, la construcción de comandos de la muerte al estilo brasileño.

Tamaño desparramo de ignorancia y autoritarismo demuestra dos cosas: que una parte de nuestras clases medias y altas están dispuestas a tolerar otra masacre represiva a cambio de su “tranquilidad”, y que no hay peor fascista que un Aguinis asustado. Dicho con todo respeto, claro.

domingo, 9 de noviembre de 2008

Aprendiendo a escribir

"Weber vio en la tendencia inexorable de la racionalización burocrática una fuerza irresistible aunada por la lógica del capitalismo a ser cada vez más productivo y eficiente".

Nunca conseguí entender a la gente que cree que escribir "en dificil" los hace parecer más inteligentes, más capaces, más doctores, mas especialistas. O sea, está perfecto hablar "un lenguaje en común" con otra persona igual. A ver, si uno es Dr. en Fisica Cuantica, tranquilamente puede hablar con otro Dr. en Fisica Cuantica de forma que solo ellos entiendan. Pero si habla con un ser humano común y corriente, lo lógico es que pueda explicar lo que dice de una forma más simple y entendible.

Bueno, lo mismo aplica para Ciencia Política. Porque, querida E.C., ya que escribis un texto sobre la obra de Max Weber, no lo hagas más confuso que el propio Weber! Se supone que lo tenés que explicar, simplificar, comentar, "traducir" a algo que cualquiera pueda entender (no nos olvidemos: el CBC es el principio de la carrera, no el final!). En cambio, escribiendo "en dificil", no logras parecer más inteligente sino todo lo contrario: demostrás que sos incapaz de producir algo propio, de simplificar una obra más sofisticada.

Porque inteligente es una persona que puede explicar la teorías más dificil de una forma sencilla, accesible a los conocimientos del promedio de la gente. Si vos escribis algo para estudiantes del CBC, tenés que tener la capacidad de hacer algo entendible para ellos, para nosotros, y que no implique pasarse 30 minutos intentando descrifrar 3 lineas. Pensalo.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Tres al hilo



Bueno, algo debo estar haciendo mal.
La semana pasada se nos fue SinNombre.
El sábado encontré a Anchoa en el piso. Se había suicidado. Saltó.
Esta mañana me encontré con Eduardo flotando en la pecera.

Se fueron los tres. No quedó ninguno.
Pero no importa. Ya vendrán otros.

jueves, 30 de octubre de 2008

Todos somos DT

Lo aclaro desde el vamos: quiero escribir esto desde antes de saber que Maradona es el nuevo técnico de la selección, y este post no tiene nada que ver con eso.

Es una constante. Pasa siempre, en todos lados, todo el tiempo, en cualquier situación. Supongo que los argentinos somos (lamentablemente) así. Todos tenemos ese "instinto" de director técnico, de ser supremo sabelotodo. Todos somos ingenieros, psicólogos, maquinistas, colectiveros, presidentes, economistas, cajeros, empleados públicos, boleteros de cine, kioskeros, verduleros, sociólogos y profesionales de todos los rubros.
Siempre sabemos más que el otro. Siempre. Cuando algo falla, inmediatamente sugerimos (y nos quejamos de) como hacer las cosas. Cuando hay un embotellamiento, cuando alguien tiene un problema, cuando sube (baja, se dispara, se hunde) el dolar, cuando la caja no lee el código de barras, cuando la computadora se tilda, cuando el subte esta demorado. Todos nos creemos capaces de solucionarlo todo, de encontrar respuestas a los problemas. A fin de cuentas, ¿qué puede ser tan complicado? ¿Cuál es la ciencia de eso que al otro bobo le cuesta tanto hacer?

Es interesante: uno se cree que capaz de hacer lo que hace el otro mejor que él y a su vez ese otro se cree mas habil que uno para hacer lo que uno hace. Quizas nacimos para hacer cosas distintas a las que hacemos. ¿Quizas deberiamos hacer cualquier cosa, salvo la que efectivamente hacemos?

Hace unos dias en la cola del cine, el que tenía adelante le decía a su hija (despues de mandar a sus amigas, viveza criolla mediante, a hacer la fila ya para entrar a la sala, para consegui mejores asientos) que: "no se porque tardan tanto, se juntó mucha gente, tendrían que haber empezado antes y que la gente vaya pasando de a 2 o 3, porque así se atraza todo".

Hace unas semanas en medio de un quilombo de tránsito uno de los que iba sentado le gritó al chofer después de mirar por la ventana: "dale nomás, por aca pasás bien".

El que entra fumando a la estación del subte se queja de que se viaja apretado. El peatón se queja que los autos no lo dejan cruzar, y después se sube a su auto y hace eso mismo. La señora se queja de la corrupción, y se cola en la cola del supermercado. Su amiga se queja de la inseguridad, al mismo tiempo que le da asco la gente pobre. Otro se conmociona por los choques, y vuelve en auto borracho de madrugada.

Y asi somos. Podemos hacer todo mejor que los demás, pero lo que nosotros hacemos lo hacemos perfecto. Porque nos creemos perfectos. Creemos que todo lo que hacemos está bien, sin darnos cuenta que si en vez de quejarnos de los demás nos ocupáramos de hacer mejor nuestras cosas, podríamos mejorar todos, y vivir un poquito mejor.

martes, 28 de octubre de 2008

Despedida

Hoy tenía pensado escribir algo mas alegre, pero la verdad que es un día muy dificil. Este mediodía me enteré de la muerte de SinNombre, el más chiquito de mis peces.
Según las pericias, la defunción habría sido entre las 10 y las 11 de la mañana. Se sospecha que podría haber insidido en la cuestión la caída que sufrió en la víspera.
Solo nos queda recordarlo desde hoy hasta la eternidad como el gran luchador que fue, intentando siempre sobreponerse a las adversidades que tenían lugar en su pequeño universo.

jueves, 25 de septiembre de 2008

Ponele el nombre al pez!

Algunos le ponen la cola al burro, yo los invito a sugerirme nombres para los 3 pececitos que compré hoy!
Dejen sus opciones como comentarios.
Gracias!

martes, 16 de septiembre de 2008

País Generoso

Ayer estaba mirando los títulos de La Nación y había una nota que decía "Sería bueno para el Gobierno convocar a Lavagna y Duhalde". La abrí para ver quién lo decía. Oh, sorpresa, era una entrevista a Cavallo.
Esta buena para reirse (o enojarse un rato), así que no la voy a comentar mucho, solo voy a referirme a una frase que no me logro olvidar. La cuestión es que le preguntaban al sr. sobre si Cristina Kirchner debería afrontar un juicio político por el caso de Antonini Wilson. El dr. responde que, para él la Presidenta debe continuar en funciones, porque "Para la buena salud de nuestra democracia, es muy importante que las mismas personas que generaron los problemas tengan que resolverlos. "

Entonces, la pregunta del millón sería... ¿lo volvemos a poner al sr. como ministro de economía para que resuelva los problemas que nos causó? Quizás sale con un nuevo corralito, uno "2.0", para estar a la moda.
De cuarta.

martes, 9 de septiembre de 2008

viernes, 5 de septiembre de 2008

CBC (Cada Bruto Caminando)

Es un hecho y hay que admitirlo: a mucha gente le encanta fingir lo que no es. Parecer más. Ser mejor. Está el típico agrandado, ese que todos sabemos que en realidad es un bobolón pero lo dejamos ir por el mundo con la cabeza en alza, hasta que en algún momento se estrole contra la pared y se rompa la nariz. Digamos que me molesta un poco, pero zafa.
Mucho más detesto al falso intelectual. Porque para ser intelectual, creo yo, hace falta haber estudiado, leido, recorrido, intervenido y conocido. En cambio, haber metido, con muchisima suerte, medio CBC no alcanza para nada. A ver si me explico: yo estoy haciendo el CBC, ya hice la mitad, un cuatrimestre, pero no por eso me creo más inteligente o más algo que hace unos meses. Ni loco. Considero que sigo siendo el mismo tarado, solo con un par de fotocopias leídas y materias aprobadas.
La cuestion es que hay otros que en estas misma situación piensan que están a un pasito de ganarse el Nobel...o no se, un Oscar. Y no lo están, pero se la creen! Están convencidos que son unos genios, que hacer la carrera es un tramite, que ya están tocando el título con las manos. Este es el caso de un compañerito que no se como se llama, pero que se mandó un par que quedarán en mi rencorosa memoria:

"Nosotros, como cientistas sociales, debemos tener una mirada más amplia".
Pues eso lo serás vos, porque yo no me considero ningún nada. Flaco, no tenés la capacidad de analizar nada que un egresado del secundario no pueda, porque eso es lo que sos. Estás en el CBC, no en cuarto año de sociología.
Por suerte, un rato después volviendo a decir algo (porque es una de esas personas que da sus opiniones y sus argumentos, pero que en realidad son muy cortitos y para decir varias oraciones simplemente dice lo mismo de varias formas distintas y cambiando el orden de las palabras) se corrigió y se considero "futuro cientista social". Pero bueno, al menos se tiene fe.

De todas maneras, la máxima fue la de hoy. En el marco del paro docente, en Ciencia Política decidimos hacer una "clase pública" (lease morirnos de frio sentados en el piso en el hall de entrada de la sede) y sobre el final se armó un pequeño debate sobre las medidas de protesta y otros temas, a lo que el susodicho expresó su elaboradísima y sofisticada opinión. No recuerdo el hilo de su argumento (por suerte), pero sí la parte mas graciosa:
"quizas no hagamos algo HIPER GRANDILOCUENTE pero..."

Pero nada. No escuche más. No me acuerdo de otra cosa. Me quedé azorado, maravillado, impactado, anodadado (como para usar palabras que estén a su nivel) de semejante comentario ridículo, solamente realizado para llamar la atención y para que el resto diga "uau, que gran ciestista social que es!"

jueves, 4 de septiembre de 2008

Gran reflexión

"Antes nos dividía el muro de Berlín, ahora nos une el muro de Marley."

Pasacalles

Si, si, la gente cumple años y a todos nos gusta saludarlos, decirles feliz cumpleaños, por muchos más, y bla bla bla. Preguntarles que les regalaron, cuantos años cumplieron, si se sienten mas viejos. Decirles que parecen tener menos años, que estan barbaros, impecables.
Pero de esa efímera alegría a regalos delirantes hay un solo paso. Y aparentemente muy corto.
Ayer cuando salí a la mañana me encontré con esto en la calle:
Así que bueno, Jazzmin (encima con doble zz!!), que los cumplas feliz, estas impecable.

martes, 1 de julio de 2008

Esto no termina

No me refiero al blog, que esta medio abandonado pero que prometo retomar, sino a mi reclamo por la "salida de emergencia" de la estación Malabia de la Linea B del subte que esta bloqueada. Si bien en un momento la habian "arreglado", a los pocos días volvieron a cerrarlo. Un empleado me desafió a pedir el libro de quejas, lo hice pero se negaron a darme una birome, mandé la queja por mail y me dijeron que lo iban a solucionar, pero sigue igual.
Entonces, despues de un insatisfactorio reclamo en Metrovias, mandé las imagenes a "TN y la gente" y en este link está registrada la situación.

martes, 17 de junio de 2008

Cacerolas 30% off

Si el libro anterior fue polémico, no quiero ni pensar lo que puede ocurrir con este, editado como siempre por mis amigos de De la Manija, y en esta ocasión con arte de tapa en manos de la agencia Rigoni.
El país está sumergido hace 90 días en esta gran crisis social, y en ese tiempo pude publicar un gran libro, Alfredo. Pero ahora llego a ustedes con este nuevo ejemplar, que plantea otro ángulo, otro punto de vista sobre el asunto. Se trata de Los chacareros de la Recoleta.

En esta oportunidad he decidido inmiscuirme en los pensamientos, en la forma de vida de esta particular clase urbana. Periodismo de investigación, que le dicen. Pasé horas a metros de uno de los más rezonantes cacerolazos de los últimos días para intentar comprender cual es el gen, el espíruto o lo que sea que motiva a los habitantes de este barrio a manifestarse a favor del pueblo agrario. Será quizas un gen chacarero? Eso es lo que intento descubrir en este libro, indagando las costumbres de esta gente que jamas vio una vaca en su vida y sin embargo salió a protestar/hacerse notar "por el dialogo" (o "por lo que sea") con sus cacerolas importadas y sus trajes de piel.
Qué ocurre en esta particular zona de la Capital Federal? Será el agua? Será el humo? Sumerjase en este libro y descubra los misterios de este fenómeno inexplicable.

jueves, 5 de junio de 2008

La verdad de la milanesa

Basta de mentiras señores. Basta de ocultar lo que se hace ya evidente para todos. Vivimos en una mentira. Años y años de teorías, una sobre otra, enraizando falsos supuestos dados por válidos ya sin el menor análisis ni esfuerzo por falsearlos.
En el taxi, en el kiosco, en el supermercado, en el colectivo o en cuaquier negocio se habla del tema. Todos se hacen los que se las saben todas, pero no saben nada!! O bueno, seamos francos: saber saben, pero toda su sabiduría se construye en falsedades. Por ende, de la realidad como tal, no poseen conocimientos.
Es por esto que mis amigos de De la Manija han publicado mi nuevo libro.


Llegó la hora de la verdad: Freud Miente señores y señoras!! Sus teorías no se basan en nada serio. O alguien pensará que es posible acaso analizar la conducta de un insolente mocoso de pocos meses de vida? Hablar de perversiones, delirios, invenciones y demas fantasías en la mente de niños que no pueden ni decir "mamá? No señores, seamos francos. Basta de chachara. Lean mi nuevo libro y después hablamos.