Lo aclaro desde el vamos: quiero escribir esto desde antes de saber que Maradona es el nuevo técnico de la selección, y este post no tiene nada que ver con eso.
Es una constante. Pasa siempre, en todos lados, todo el tiempo, en cualquier situación. Supongo que los argentinos somos (lamentablemente) así. Todos tenemos ese "instinto" de director técnico, de ser supremo sabelotodo. Todos somos ingenieros, psicólogos, maquinistas, colectiveros, presidentes, economistas, cajeros, empleados públicos, boleteros de cine, kioskeros, verduleros, sociólogos y profesionales de todos los rubros.
Siempre sabemos más que el otro. Siempre. Cuando algo falla, inmediatamente sugerimos (y nos quejamos de) como hacer las cosas. Cuando hay un embotellamiento, cuando alguien tiene un problema, cuando sube (baja, se dispara, se hunde) el dolar, cuando la caja no lee el código de barras, cuando la computadora se tilda, cuando el subte esta demorado. Todos nos creemos capaces de solucionarlo todo, de encontrar respuestas a los problemas. A fin de cuentas, ¿qué puede ser tan complicado? ¿Cuál es la ciencia de eso que al otro bobo le cuesta tanto hacer?
Es interesante: uno se cree que capaz de hacer lo que hace el otro mejor que él y a su vez ese otro se cree mas habil que uno para hacer lo que uno hace. Quizas nacimos para hacer cosas distintas a las que hacemos. ¿Quizas deberiamos hacer cualquier cosa, salvo la que efectivamente hacemos?
Hace unos dias en la cola del cine, el que tenía adelante le decía a su hija (despues de mandar a sus amigas, viveza criolla mediante, a hacer la fila ya para entrar a la sala, para consegui mejores asientos) que: "no se porque tardan tanto, se juntó mucha gente, tendrían que haber empezado antes y que la gente vaya pasando de a 2 o 3, porque así se atraza todo".
Hace unas semanas en medio de un quilombo de tránsito uno de los que iba sentado le gritó al chofer después de mirar por la ventana: "dale nomás, por aca pasás bien".
El que entra fumando a la estación del subte se queja de que se viaja apretado. El peatón se queja que los autos no lo dejan cruzar, y después se sube a su auto y hace eso mismo. La señora se queja de la corrupción, y se cola en la cola del supermercado. Su amiga se queja de la inseguridad, al mismo tiempo que le da asco la gente pobre. Otro se conmociona por los choques, y vuelve en auto borracho de madrugada.
Y asi somos. Podemos hacer todo mejor que los demás, pero lo que nosotros hacemos lo hacemos perfecto. Porque nos creemos perfectos. Creemos que todo lo que hacemos está bien, sin darnos cuenta que si en vez de quejarnos de los demás nos ocupáramos de hacer mejor nuestras cosas, podríamos mejorar todos, y vivir un poquito mejor.
jueves, 30 de octubre de 2008
Todos somos DT
Posteado a las 4:09 p. m.
etiquetas: opinion
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