Diciembre de 2006, Bahia Blanca: Examen para el First Certificate.
Mayo de 2008, Buenos Aires: Parcial del Psicología.
Y en el medio, nada. O sea, mil millones de cosas, claro, pero de rendir examenes, como quien dice examenes, nada.
Pasó el tiempo y llegó la hora de rendir y....desesperación. Sentarse a estudiar, pero ES-TU-DIAR...mucho trabajo, mucho cansancio...¿donde quedó mi poder de concentración, si cada vez que me sentaba en mi cabeza desfilaban mil cosas salvo Kuhn, Watson y los amigos psicólogos?
En fín, costó y costó, horas eternas de resumenes hasta que se gastó el resaltador, y repasar y releer y volver a releer y desesperación y volver a releer y así siguiendo.
Finalmente llegó la hora de IR a rendir. Salir, tomar el subte, llegar, subir, sentarse. Y las caras de desesperación eran varias, como si no fuera el único que hacía rato no tocaba una hoja. Y llegó la profesora, y nos dió el exámen...y a escribir. Dos horas casi sin parar, tanto que todavia ahora me duele la mano. Pero puedo decir que me fue bien, aunque media horita más me hubiera venido bárbaro, pero bueno, habrá que entrar en ritmo de nuevo.
Y rápido, porque el lunes toca economía.
No se si es idea mia que cuesta retomar, más después de haber estado tanto tiempo sin estudiar, aunque tal vez les pasa a todos por igual. Espero comentarios.
viernes, 9 de mayo de 2008
Rendir, 18 meses después
Posteado a las 3:02 p. m.
etiquetas: opinion, universidad
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